¿Qué son las Ayudas Técnicas?

Según el CEAPAT (Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas) una ayuda técnica es:

“Cualquier producto, instrumento, servicio o sistema técnico utilizado por personas con discapacidad, fabricado especialmente o disponible en el mercado para prevenir, mitigar, compensar o neutralizar la deficiencia, discapacidad o minusvalía”

En el mercado existen gran variedad de productos (abotonadores, tijeras que pueden utilizarse con una sola mano, cuchillos que pueden utilizarse sin tener que sujetar el alimento con un tenedor…) que hacen posible que las personas puedan ser independientes a pesar de sus dificultades motoras, cognitivas…

Beneficios obtenidos del uso de ayudas técnicas.

Gracias a ellas, muchas personas pueden acceder a una vida más independiente e integrada, ya que pueden realizar actividades que de otra forma sería imposible que hicieran.

Previenen lesiones en el afectado –úlceras por presión, deformidades, caídas, etc.- al evitar que adquiera posiciones erróneas, favorecer el reparto de presiones, aumentar la seguridad en los desplazamientos, transferencias…

Previenen lesiones en el entorno –lesiones de espalda, caídas, etc.- al aumentar la participación del afectado, facilitar las transferencias, etc.

Contribuyen además a la rehabilitación de los afectados, ayudando al lado más comprometido a participar en las actividades de la vida diaria, lo que aumenta su representación en la imagen corporal de los pacientes.

¿Por qué no es aconsejable comprar una ayuda técnica sin la valoración de un profesional?

Si están mal prescritas pueden generar patología, porque pueden favorecer movimientos patológicos.
Si ofrecen más ayuda de la que el paciente necesita, entorpecen la rehabilitación, porque no le permiten utilizar sus capacidades más altas.
Muchas ayudas técnicas requieren entrenamiento para usarlas correctamente.
Es necesario revisar periódicamente las ayudas técnicas que utiliza cada usuario.

 

Los pacientes cambian continuamente, en ocasiones porque mejoran, en otras porque sufren patologías que les hacen empeorar (enfermedades degenerativas). Las ayudas técnicas deben adaptarse a estos cambios. En ocasiones hay que animar a los pacientes a que dejen de usarlas cuando van mejorando, para que no se generen situaciones de dependencia que frenen el avance.

 

Valoración personalizada de las necesidades.

Valorar las capacidades motoras, cognitivas y sensoriales, así como aspectos orgánicos.
Valorar las dificultades motoras, cognitivas y sensoriales.
Valorar las actividades de la vida diaria (comida, vestido, aseo…).
Proponer las ayudas técnicas más aconsejables.
Entrenar en el uso de esas ayudas técnicas.

 

Antes de adquirir una ayuda técnica es necesario consultar con un profesional que valore las capacidades del paciente, su pronóstico, que conozca las opciones que ofrece el mercado y que se asegure de encontrar la solución individualizada que mejor responde a todas las necesidades. Por este motivo, nuestros profesionales se encargan de: