Imagina que te despiertas y no entiendes lo que ves, lo que oyes, lo que tocas, no sabes quién eres… Sientes que quieres hablar y no puedes, que has perdido tu autonomía y necesitas ayuda para comer, beber, asearte. Sientes que las cosas más simples de tu día a día se convierten en retos imposibles… Sientes que no puedes hacer lo que más te gustaba, relacionarte con tu familia y amigos, pasear, bailar…
Todo esto puede ser consecuencia del daño cerebral.
PACIENTES TRATADOS
TERAPIAS
PROFESIONALES FORMADOS
SONRISAS Y ESPERANZAS
El daño cerebral se puede rehabilitar
«No existe daño cerebral demasiado leve para ser ignorado ni demasiado severo para perder la esperanza»
Hipócrates
NUESTRO EQUIPO
Estamos en: Francisco de Ayala 10, San Sebastián de los Reyes