Esclerosis múltiple síntomas psicológicos y emocionales de la enfermedad

El manejo de los síntomas físicos en la esclerosis múltiple (EM) no es poca cosa, pudiendo resultar agotador y frustrante para el paciente. Como consecuencia de esto, no resulta sorprendente que muchas veces los síntomas emocionales y físicos asociados a la enfermedad queden en un segundo plano.

Esclerosis múltiple: síntomas psicológicos y emocionales de la enfermedad

La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que genera síntomas tanto a nivel físico como neuropsicológico y emocional: muchas veces los cambios emocionales que sufre el paciente se encuentran sumamente conectados con cómo se siente físicamente, es por eso que siempre deben abordarse en conjunto.

A continuación, revisaremos algunos de los estados psicológicos o emociones más comunes que se observan en las personas que viven con EM. Con la guía y la ayuda de los especialistas, el paciente debe trabajar cada uno de ellos para evitar que la sintomatología física empeore y transitar la enfermedad con bienestar emocional.

Depresión

La depresión es común en la Esclerosis Múltiple y puede surgir como consecuencia de la misma enfermedad o de lo que implica vivir con una afección neurológica incapacitante e impredecible.

Síntomas

Si bien todos nos sentimos “tristes” de vez en cuando, la característica de la depresión es que los síntomas no desaparecen y se vuelven recurrentes en la vida cotidiana. En otras palabras, los síntomas de la depresión son más o menos constantes y lo suficientemente graves como para interrumpir el funcionamiento diario e interferir con los vínculos y las actividades habituales.

Los dos síntomas más clásicos de la depresión son sentirse triste o irritable casi todo el tiempo y perder el interés en las actividades que antes se disfrutaban. Otros síntomas incluyen:

  • Cambios en el apetito
  • Dificultades para dormir
  • Agitación o lentitud inusuales
  • Falta de energía
  • Sentirse abrumadoramente culpable, desesperanzado o inútil
  • Problemas de memoria o en el pensamiento

El duelo por la enfermedad

Si bien la mayoría de las personas asocian el duelo con la pérdida de un ser querido, también se puede atravesar por este proceso tras haber sido diagnosticado con una enfermedad como la Esclerosis Múltiple: estas pérdidas que se duelan al transitar la EM pueden ser físicas (pérdida de movilidad o energía), cognitivas (perdida de la destreza mental) y emocionales.

Además de la sensación de pérdida, otros síntomas o signos de duelo en la EM pueden incluir:

  • Negación
  • Aislamiento
  • Enfado
  • Depresión
  • Ansiedad y frustración
  • Miedo o preocupación
  • Irritabilidad

¿Qué hacer al respecto?

El duelo es una reacción normal, por lo que no debe ser tratado sino afrontado: al lidiar con este estado de duelo, es importante considerar la gravedad de los síntomas. Por ejemplo, si el paciente siente tanta ansiedad o tristeza que le está dificultando ir al trabajo o hacerse cargo de las tareas del hogar, entonces es hora de ver al médico o psicólogo para obtener un tratamiento que permita a la persona transitar esas emociones de una manera más saludable.

El enfado o la ira

Si bien todos sentimos ira o enojo independientemente de que tengamos o no Esclerosis Múltiple, en pacientes con EM este sentimiento puede intensificarse considerablemente. Algunos expertos creen que puede haber una explicación biológica para esta ira, siendo que el daño relacionado con la enfermedad en ciertas áreas del cerebro impactan en las emociones.

Por otro lado, la ira en pacientes con EM también puede surgir como consecuencia de tener que vivir con una enfermedad tan impredecible, que muchas veces priva a las personas de su capacidad para hacer cosas básicas (por ejemplo, problemas de visión o movilidad) y presenta desafíos y cargas diarias (como problemas para escribir o para cuidar de sus propios hijos).

Síntomas

Es importante tener en cuenta que no todo el que está enojado, está «furioso» y pierde el control: muchos pacientes con Esclerosis Múltiple sufren el enojo en silencio y tienden a aislarse y a actuar pasivo-agresivamente hacia los demás.

La ira también puede manifestarse con síntomas y signos físicos como:

  • Dolores de cabeza
  • Palpitaciones o una sensación de opresión en el pecho
  • Aumento de la presión arterial
  • Hormigueos en el cuerpo
  • Cansancio inusual

¿Qué hacer al respecto?

Similar a lo que se debe hacer para manejar muchos otros cambios emocionales en la Esclerosis Múltiple, aliviar el enojo suele requerir de múltiples estrategias: la atención psicológica sumada a actividades específicas para el control de la ira pueden ser buenas alternativas para comenzar.

Mantenerse ocupado y distraído es otra forma de combatir el enojo: el aislamiento y aburrimiento que suelen surgir de la misma situación muchas veces pueden hacer que el enojo crezca y el paciente termine por estallar. Buscar un pasatiempo, perderse en un libro o una película, o programar salidas regulares con un ser querido o amigo son buenas maneras de cambiar esta situación.

Afección pseudobulbar o Labilidad emocional

La Afección pseudobulbar,  también conocido como labilidad emocional o incontinencia emocional, es un término que se refiere a una reacción involuntaria y descontrolada de risa y/o llanto que es desproporcionada en relación con la situación particular.

Estos arrebatos son realmente imposibles de controlar para un paciente con afección pseudobulbar y pueden ser extremadamente angustiantes para la persona afectada, así como para sus seres queridos.

Si bien a simple vista, no difiere mucho de los cambios de humor que experimenta la mayoría de las personas, la labilidad emocional parece ser más común y tal vez de mayor magnitud en personas con EM, afectando aproximadamente al 10% de los pacientes.

Cambios de comportamiento

Una persona con EM puede presentar cambios en su comportamiento, llegando incluso a tener conductas inapropiadas como impulsividad o desinhibición social, lo que puede generar incomodidad en otras personas.

Es importante tener en cuenta que tanto la desinhibición como la impulsividad son reflejos de la enfermedad, y se cree que esto ocurre como resultado de un daño relacionado con la EM en la parte del cerebro que controla los impulsos.

Además de la impulsividad y la desinhibición, otros cambios de comportamiento pueden incluir:

  • Agresión
  • Impaciencia
  • Apatía

Investigaciones recientes sugieren que los cambios de comportamiento pueden predecir el deterioro cognitivo y funcional en personas con Esclerosis Múltiple.

Para casos de emergencia Llamar al :91-667-16-46

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