consejos para evitar el cansancio prematuro y estar alerta durante el día

Sentirnos cansados de vez en cuando o tener una jornada en la que nos sentimos más lentos que de costumbre es algo normal, pero lo cierto es que si este tipo de cansancio o agotamiento se transforma en algo cotidiano podemos estar frente a un problema que terminará por afectar a nuestra rutina diaria y nuestro rendimiento.

¿Qué es la fatiga mental?

La fatiga mental es la sensación de que nuestro cerebro simplemente no funciona correctamente: esta sensación por lo general incluye falta de concentración y situaciones en las que nos encontramos releyendo el mismo párrafo varias veces para comprenderlo, o tareas simples que se vuelven difíciles de realizar en lo cotidiano.

La fatiga mental puede ser de tipo aguda o crónica: en los casos agudos, la fatiga es de corta duración y se alivia tras haber descansado un cierto periodo de tiempo, tratándose de una situación normal por la que todos pasamos en algún momento. Por otro lado, esta fatiga puede transformarse en crónica si se extiende en el tiempo y no desaparece con el descanso correspondiente.

Cansancio, fatiga mental y sus causas

La fatiga mental es compleja y, por lo general, no suele ser provocada por una sola causa: los factores que la originan pueden ser físicos, como una mala nutrición, falta de sueño o desequilibrios hormonales, o también puede deberse a aspectos cognitivos, cuando le hemos estado pidiendo a nuestro cerebro que haga demasiado.

Esta sobrecarga cognitiva puede ser el resultado de concentrar nuestra atención en demasiadas cosas, algo que se ha vuelto cada vez más habitual en los últimos años en los que el multitasking es moneda corriente: nos vemos abrumados por todas las decisiones que debemos tomar a diario, la información a procesar en lo laboral, los correos electrónicos que debemos responder y el sinfín de tareas que requieren de nuestro seguimiento constante. Incluso a la hora de descansar, seguimos estimulando nuestro cerebro utilizando dispositivos móviles y navegando por las redes sociales.

Todo este cumulo de tareas cotidianas puede terminar por pasar factura, por lo que no es de extrañar que llegue un punto en el que nos sintamos verdaderamente agotados mentalmente y haya llegado el momento de tomar cartas en el asunto para recuperar la vitalidad y la energía habitual.

¿Cómo podemos saber que estamos ante una situación de fatiga mental? Estos son algunos de los signos más frecuentes:

  • Sentirse abrumado o agotado
  • Sentirse fuera de contacto con los sentimientos y las emociones
  • Falta de entusiasmo por cosas que habitualmente sí lo generan
  • Dolores de estómago y problemas digestivos
  • Dolores de cabeza
  • Cambios en el apetito
  • Problemas para dormir, como insomnio

Cerebro saludable: Recomendaciones para combatir la fatiga mental

Ahora que ya comprendemos qué es la fatiga mental y por qué se producen estas situaciones de agotamiento cognitivo frente a las exigencias de la rutina diaria, veamos algunas recomendaciones para combatirla:

La alimentación es clave

Los alimentos que ingerimos son el combustible que nuestro cuerpo utiliza para funcionar, por lo que su calidad es trascendental. ¿Cuáles son las claves para una alimentación que potencie la salud de nuestro cerebro y aleje la fatiga mental?

  • Reducir azúcares refinados. Un estudio encontró que, incluso a corto plazo, el consumo de azúcar disminuye el estado de alerta en una hora y aumenta la fatiga en 30 minutos.
  • Planificar las comidas. Si esperas hasta tener hambre, esto significa que ya tienes poca energía y fuerza de voluntad y es más probable que desees un golpe rápido de energía en forma de azucares o grasas.
  • Respetar el desayuno. Si por lo general te salteas el desayuno y te quedas dormido a media mañana, intenta tomar un desayuno que mantenga tus niveles de energía hasta el almuerzo. Incorporar huevos, yogures y avena puede ser una buena idea, reemplazando los típicos hidratos de carbono azucarados que se suelen ingerir en este momento del día.
  • Tomar agua. Los estudios muestran que incluso una deshidratación leve puede afectar negativamente el rendimiento cognitivo.

Actividad física

Cuando nos sentimos agotados, lo último que queremos hacer es levantarnos a hacer ejercicio, pero los estudios muestran que la actividad física puede ser justo lo que necesitamos cuando atravesamos momentos de fatiga y cansancio cognitivo. Se ha demostrado que el ejercicio aumenta los niveles generales de energía y mejora el funcionamiento cognitivo, de inmediato y a largo plazo.

  • Empezar de a poco. No tienes que entrenar para un maratón para ver los beneficios del ejercicio. Comienza con fijarte la meta de caminar 10 minutos todos los días. Una vez que logres hacerlo de manera constante, aumenta lentamente la cantidad de tiempo.
  • Respetar la rutina. Cuando planificamos cuándo haremos algo, es más probable que lo hagamos. Hacer ejercicio a la misma hora todos los días facilita desarrollar el hábito, sobre todo si elegimos una actividad que nos guste y que podamos disfrutar.

La importancia de dormir bien

A pesar de su importancia primordial para su salud, felicidad y productividad, el sueño muchas veces es dejado en segundo plano. Un buen descanso es clave para evitar la fatiga cognitiva o mental, por lo que si estás teniendo dificultades para dormir estas son buenas opciones:

  • Espacios oscuros y silenciosos. Si bien parece una obviedad, mantener la habitación oscura y silenciosa a la hora de descansar es clave para tener un sueño de calidad.
  • Sin pantallas antes de dormir. La luz azul de los dispositivos interfiere con el reloj natural de nuestro cuerpo, así que deja de mirar las pantallas antes de acostarte y quítalas de tu habitación por completo.
  • La rutina de la mañana recibe toda la atención, pero la rutina de la hora de dormir es igualmente importante. Tener la misma serie de hábitos antes de acostarse es clave para indicarle al cuerpo que ha llegado la hora de descansar, y ayuda a obtener un sueño de mejor calidad.

Para casos de emergencia Llamar al :91-667-16-46

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